¿Sabías que una de cada dos personas sufre de piel sensible?
Así es, y puede afectar tanto a una piel adolescente con tendencia a acné como a las pieles más maduras. Alguno de sus síntomas son #enrojecimiento, erupción, #descamación, #hinchazón, piel seca y tirantez, #picor,…
¿Qué podemos hacer al respeto?
Necesitamos una #crema formulada para pieles sensibles y libre de sustancias alergénicas. Sin embargo, no debemos olvidar que este tipo de pieles suelen ir de la mano con una falta de ácidos grasos esenciales en nuestra alimentación. Dicho de otra manera, faltan grasas saludables en nuestra dieta y, como consecuencia, nuestra piel se va secando y perdiendo su capa lipídica.
Los ácidos grasos esenciales (el omega 3 y el omega 6) debemos incorporarlos a través de la dieta, sí o sí.
Forman parte de las paredes y membranas celulares y son componentes de la hidratación cutánea. Su deficiencia está relacionada con la aparición de piel escamosa y pérdida excesiva de agua = piel seca = piel sensible.
Y, ¿la onagra?
La Onagra o el aceite de primula rosa se obtiene tras prensar en frío las semillas de la onagra común.
Es rica en omega 6 y aporta un 10% de GLA (ácido gamma-linolénico) necesario para la estructura de la piel.
Nos va a ayudar a mantener la barrera hídrica epidérmica nutriendo la piel en profundidad, mejorando la humedad e hidratación, elasticidad y firmeza del cutis.
A tener en cuenta que, aunque la dieta moderna es muy rica en Omega 6, no solemos aportar GLA (ácido gamma-linolénico), un componente de la #onagra que permite al #organismo sintetizar #prostaglandinas antiinflamatorias, calmando así las pieles más sensibles e irritadas.
El aceite de Onagra puede consumirse en perlas o en cuentagotas. Ideal tanto para uso interno como externo, añadiendo así unas gotitas en nuestra crema habitual.
Y, vosotrxs, ¿conocéis el aceite de onagra?
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